Hay muchos medios locales que quieren saber por qué están ahí y se encargan de hacer las preguntas correspondientes para que la gente se entere de lo que ocurrió.
Aparece un nuevo comisario de Pilar, de apellido Cano. Se pega a mi hermano y escucha en forma silenciosa todo lo que puede antes de presentarse y decir quién es. El subcomisario Sastre no se presenta a pesar de haberme conocido y de haber estado presente la noche de mi muerte.
Desde la Fiscalía nadie baja a decir nada. Como si nadie estuviera reclamándoles nada. Se escucha un discurso muy sentido y muy claro y conciso: piden JUSTICIA POR MI MUERTE, piden que no dejen pasar más tiempo para encerrar a los culpables, piden que se investigue y que no hagan lo mismo que hizo el fiscal Gonzalo Eduardo Acosta: nada. Quieren justicia, quieren que cumplan con su deber. El periodista de Canal 13 sube a la Fiscalía a pedir declaraciones. En la fiscalía se niegan a dar respuestas y lo mandan al juzgado. COBARDES...
Ahora marchan todos a la municipalidad. Se escuchan los pasos en el asfalto, silencio absoluto que sólo interrumpe el discurso ya leído en frente a la fiscalía. La gente mira esa masa de gente triste y dolida pero que avanza con paso firme y palabras claras. Los transeúntes paran y escuchan, se dan vuelta para ver y leer los carteles, las personas que están en los negocios giran y miran y escuchan con atención. Los autos dejan pasar a los que marchan, acompañan sin quejarse ni discutir, bajan la velocidad y acompañan.
Llegan todos a la puerta de la municipalidad. Mi familia entra y pide hablar con el intendente Zúccaro y Marcelo Parra ya que yo los había visto 6 días antes de que me asesinaran. Hay revuelo en la municipalidad, gente que va y viene y mira asustada a mi familia y a la multitud que espera tranquila en la calle como si fueran a hacerles algún daño.
Los atiende Roberto Airoldi, director del área de Coordinación de Inspecciones, que fue quien clausuró la quinta lindera a mi casa el miércoles 2 de octubre después de que Marcelo Parra insistiera en encargarse del tema (cosa que no tuvo gran efecto ya que hasta el día de hoy las fiestas siguen haciéndose sin problema y mi familia se lo hace saber a quien los atiende). El Sr. Airoldi les cuenta lo difícil que es que estas fiestas dejen de hacerse por ser propiedad privada. Que si se siguen haciendo es porque nadie les avisó, no tuvieron ninguna queja de ningún vecino. Él tiene en su poder el acta que se labró cuando se fue a sancionar una de las quintas ese 2 de octubre y al final de ese piloncito de hojas que tenía, había una fotocopia con un artículo de un diario de Pilar que contaba sobre mi muerte aquel 8 de octubre.
Mi familia no está interesada en entrevistarse con este señor. Sigue pidiendo que los atienda el intendente Zúccaro y Marcelo Parra en persona. No hay nadie que pueda cambiar su parecer. Diferentes personas se acercan y dicen que Marcelo Parra no está y el intendente tampoco, pero que pueden darles una entrevista para mañana. Mi familia se niega a la oferta ya que están decididos a esperar todo el día sin problema para que los atiendan. Se escuchan teléfonos, gente que va y viene, entra y sale del despacho... Mi hermana sale del despacho para ir al baño y escucha a una señora que dice "Hola, vengo a ver a Marcelo Parra, su mujer me dijo que lo iba a encontrar en su oficina". ¡¡Muy buen "timing" hermana querida!! Para confirmar que los funcionarios están evadiendo a mi familia y mintiéndoles en la cara.
Mi familia se retira del despacho con un mensaje claro: "No nos vamos a mover de la puerta hasta que no nos atiendan". Cuando mi familia sale, toda la gente que acompañó la marcha y se entera que les están mintiendo en la cara comienza a pedir que se hagan presentes Zúccaro y Parra. Que den la cara. Hacen palmas y entran caminando al hall de entrada donde los aplausos retumban. Hay un desfile sin fin de funcionarios que se presentan ante mi familia e insisten que el Dr Zúccaro no está, que puede entrevistarlos mañana, se pisan y dicen diferentes lugares en donde se encuentra el intendente. Mi familia sigue firme en su pedido y en su decisión. Finalmente deciden verlos.
Suben al primer piso del edificio municipal. Suben todos a pesar de que al principio intentan disgregar un poco el grupo, ver sólo a dos personas...tal cual lo hicieron conmigo y mis vecinos aquel miércoles. Pero mi familia que ya conoce esta jugada exige que se atienda al grupo familiar completo y no pudieron darles un no por respuesta. Son 6 personas en total las que suben al despacho por parte mía, y el despacho es ENORME...hasta entrarían las 40 personas o más que esperan afuera...
Se hacen presentes las siguientes personas en el despacho: Federico de Achával, Secretario de Gobierno; Juan Carlos Losada, Secretario de prevención ciudadana; el recientemente nombrado Comisario de la comisaría 5ta de Pilar, Carlos Alberto Cano; Marcelo Parra, que mágicamente apareció en el edificio (y nunca ingresó por la puera de adelante por lo que ya se encontraba en el edificio a pesar de que les habían negado su presencia) y Roberto Airoldi, quien los atendiera primero en planta baja. No sé por qué se hizo presente tanta gente ni en qué podían ayudar a mi familia... el Dr Zúccaro nunca se presentó, y Marcelo Parra nunca dijo por qué mintió primero y dijo que no estaba...y después siguió mintiendo sobre aquel miércoles...no dijo ni una sola verdad...Allá su conciencia, es una pena que todos los ciudadanos paguen un sueldo a este señor cara de nada, que lo único que hace es estar a la defensiva en la reunión, no disculparse por nada y no aportar nada de nada a la causa que trae a mi familia al despacho.
Carlos Alberto Cano |
Federico de Achával |
Juan Carlos Losada |
Roberto Airoldi |
Después de una larga charla de un par de horas (sin llegar a nada en concreto más que hacer catársis porque los pedidos concretos de mi familia son esquivados hábilmente por estas cuatro personas) mi familia se retira.
Quedan a la espera entonces del llamado de Achával para entrevistarse con el intendente Zúccaro y para obtener una devolución sobre el expediente de las calles tomadas en el terreno de enfrente de mi casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario